Cuando me entrevisto por primera vez con una novia, trato de entender sus temores y expectativas respecto a mi trabajo. Me interiorizo de los detalles del resto de su look para ese día: ramo, tocado, peinado, accesorios. Todas estas pautas me sirven para conocer su personalidad y lo que ella soñó para ese día.
Siempre vemos juntas las últimas tendencias de la temporada para seleccionar lo que podemos implementar para sus facciones y estilo.Cuando algo no armoniza con el resto es muy notorio, como un instrumento desafinado en una orquesta. Por eso, me permito sugerir respecto a las elecciones de la novia. Es difícil a veces imaginarse a si misma en ese momento único; es importante un profesional competente y sincero para ayudar con cariño a elegir lo mejor para ella.
Luego sugiero preparar la piel y las cejas hasta una semana antes. Es muy importante este detalle, generalmente en los últimos días la novia está excedida por los detalles y puede repercutir en su piel. Por eso cualquier maniobra de higiene profunda o depilación la sugiero anticipar!
Si existe prueba de maquillaje, ella debe guardar el secreto de su apariencia. Por eso se retira del studio a cara lavada. Tradicionalmente la novia es sorpresa para todos!
Ese día, la novia debe peinarse antes de maquillarse y debe dejar para lo último vestirse. Si hay otras mujeres a quien maquillar: la novia será la del medio. Calculo siempre tiempo demás, por si alguna de las pautas previas ofrece demora.
Elijo un espacio tranquilo y luminoso para realizar mi trabajo, a veces la invito a elegir una música que le agrade para escuchar juntas durante el maquillaje. Trato de abstraer la atención de la persona que presta su rostro para mi arte. Considero importantísimo brindar calidez, seguridad y responsabilidad. Son sus últimas horas de soltera, las anticipo gratas.
